martes, 10 de marzo de 2009

ROMÁNICO


AVERIGUA DÓNDE COLOCARÍAMOS EL FRISO, EL CANECILLO, LA PORTADA Y ELTÍMPANO EN UN EDIFICIO ROMÁNICO

domingo, 8 de marzo de 2009

EL CAMPESINADO


Me recuerdo arando el campo con mi padre y mi hermano. La primavera aprieta, el verano se precipita sobre nosotros y estamos muy atrasados con la siembra; este año no sólo hemos tenido que labrar primero los campos del Señor, como es habitual, sino también reparar los fosos de su castillo, hacer acopio de víveres y agua, cepillar los bridones de combate...
Mi hermano y yo nos apretamos contra el arnés y tiramos con fuerza del arado, no tenemos buey que tire por nosotros. La sangre se me agolpa en las sienes y me mareo. Empujo y empujo pero no avanzamos.
- Mejor lo dejamos.- dice padre, apoyado sin resuello sobre el arado.
En el camino nos topamos con Jacques, de 15 años, como yo, nos casaremos este verano, en cuanto reunamos el dinero para pagarle al amo por la boda.
Voy al río con él, para quitarme este sabor salado de sudor que me empapa entera. Corremos campo a través.
- ¿Qué hay más allá?.- le preguntó a mi Jacques, señalando las tierras que cultivamos
- ¿Qué va a haber? Más tierras
- ¿Y más allá?
- Más allá, muy lejos, la ciudad
- ¿No te gustaría verlo todo?.- le digo.
Mi Jacques se ríe.
- Qué cosas dices, Leola...¿No prefieres ser sólo mi ternerita?
Sí, eso quiero, pero también siento curiosidad... y yo sólo sé que nunca podré verlo todo, que me quedaré aquí siempre, con mi Jacques, nuestros hijos, nuestras tierras... porque no puedo ser otra cosa.
Texto adaptado de la novela: "Historia del Rey Transparente" de Rosa Montero

¿Qué opinas sobre la vida de los campesinos en la Edad Media?

jueves, 5 de marzo de 2009

EL CLERO

Vídeo de ARTEHISTORIA.COM


Entramos en el scriptorium y no pude evitar soltar un grito de admiración. Unos grandes ventanales permitían a la luz entrar. No eran vidrieras coloreadas como las de las Iglesias porque así se veía mejor para escribir y dibujar.

Tal y como apareció ante mis ojos, a aquella hora de la tarde, me pareció una alegre fábrica de saber.

Los sitios mejor iluminados estaban reservados para los miniaturistas más expertos. En cada mesa había de todo lo necesario para dibujar y copiar: cuernos con tinta, plumas finas, que algunos monjes estaban afinando con cuchillos, piedras pómez para alisar el pergamino…

No pude evitar fisgar a uno de esos dibujantes, quedé sorprendido: letras reducidísimas y los dibujos de los márgenes casi hubieran podido caber en mi mano. Me acerqué para observarlas en toda su belleza, allí había de todo, sirenas marinas, ciervos espantados, torsos humanos sin brazos…

Me asusté un poco, pero mi maestro me recordó que esas imágenes servían para otra cosa, y no era para darme miedo.

Texto adaptado de la novela "El nombre de la rosa" de Umberto Eco


¿Dónde crees que está el protagonista? ¿Por qué crees que el maestro le dice que no son para dar miedo? ¿Para qué crees que sirven los dibujos? ¿Por qué crees que el protagonista dice que parecía una fábrica de saber?¿Qué clase de monjes deben ser?

lunes, 2 de marzo de 2009

LA NOBLEZA



Vídeo de la web:
ARTEHISTORIA.COM


Dos ojeadores ascendieron por la ladera cabalgando veloces. Divisaron al rey y se dirigieron a él.

- El enemigo se acerca rápidamente, señor.- dijo uno.

A lo lejos podía divisarse una masa negra que se movía con lentitud hacia él. Un escalofrío de miedo recorrió su cuerpo. Trató de dominarse pero el miedo persistía. Desaparecería cuando la lucha empezara.

- ¿Cómo están organizados?.- pregunto el rey

- En el centro los caballeros, a la izquierda un grupo de hombres que se llaman a sí mismos los Desheredados, y a la derecha…

- Los arqueros supongo

- no señor, son un hatajo de locos, con las caras pintadas, que entonan canciones bárbaras y van armados con martillos y clavas.

- Buen trabajo ojeador…te mereces 400 hectáreas de tierra.

Conociendo cómo iban a actuar los enemigos, por fin el rey sabía cómo organizar a los suyos. Comenzó a chillar órdenes desenfrenadas.

Después todo pareció en calma. Paró el viento y los caballos se calmaron. Alguien lanzó un grito. Se inició un vítor que quedó ahogado por el estruendo de los cascos de los caballos. La batalla había comenzado.

De detrás de las filas enemigas salieron disparadas docenas de flechas. Desenvainaron las espadas entre gritos. Se oyeron chillidos espantosos, que helaban la sangre. Todos parecían locos. Chocaron las espadas como fieras enfurecidas. La sangre salpicó las caras. Los guerreros vigilaron al rey, que descargó su espada, con fuerza, sobre un enemigo, partiéndolo en dos.

Texto adaptado de la novela: "Los pilares de la Tierra" de Ken Follet


¿Es así como imaginabas una batalla? ¿Crees que el rey tenía importancia? ¿Te gustaría haer luchado en una guerra de la Edad Media?

¿Te hubiese gustado haber sido un vikingo?

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